El albatros, involuntariamente, casi forzado a ello podríamos decir, midió los valores de “c”. Pasado un tiempo, su labor científica —vamos a llamarla así — dio un inesperado fruto: pudo constatar que, con implacable regularidad, si el valor de aquélla comenzaba a disminuir, inmediatamente se encendía otra fuente que devolvía “c” a su valor anterior y restablecía el equilibrio. Concluyó entonces que debía existir siempre un valor constante de “c”. Enunció esta sencilla ley en términos más elegantes de la siguiente manera: el albatros vuela en un hiperplano a “c” constante y mayor que cero.
Crónicas de Bellatrix
B2III
lunes, 8 de diciembre de 2025
viernes, 30 de mayo de 2025
Pirililipi
Había un burro -¿no solía ser este un caballo alazán?- tan enfermo que su hedor se percibía desde el futuro. Los veterinarios, viendo que su mal era incurable, concluyeron que era mejor sacrificarlo y quemar el cadáver, para que no infectase a las generaciones venideras. Y no quedaron ni las pezuñas.
El regreso
Si yo fuera el rey y, al regresar de un largo viaje, hallase a mis ministros forzando a la esposa, no los mandaría ejecutar: lo haría yo mismo.
jueves, 1 de mayo de 2025
La pirámide
Para entrar en aquel edificio había que decir una pequeña mentira; muy pequeña en verdad. Apenas era mentira; era bastante cierto; era muy cierto; era casi verdad.
Cuando entró, se detuvo y miró en derredor y unas palabras de Tennessee Williams acudieron a sus labios:
“¡Aquí apesta a mendacidad!”
sábado, 4 de enero de 2025
Lamentación
Lloraban y se lamentaban los hijos porque habían matado a su propia madre y no había quien los amamantara. Aullaban los lobos a la puerta para devorarlos y sobrevolaban los buitres el cadáver. El hedor de la descomposición atraía toda inmundicia y toda ruina. ¡Ay de los asesinos!




